lunes, 17 de noviembre de 2008

Siempre se pregunta porque la vida le elijió como su juguete de usar y tirar...


¡Aguantaos! La vida es así y así seguirá por mucho tiempo. Siempre tirando de las invisibles cuerdas que cuelgan de nuestras manos como marionetas que somos a su antojo. Unos muñecos, ¡los muñecos de la vida que la gente coje y suelta cuando le dá la gana! ¿Por qué nos tratan así? Todos colgamos de esas cuerdas, sin embargo hasta las marionetas poseen muñecos con los que jugar... ¿Lo merecemos? Debería ser marioneta de mi misma, nadie manda en mi, nadie debería aunque tuviera que conformarme con ser simplemente uno mas...

domingo, 16 de noviembre de 2008

Abrazada a los momentos que guardé...


Tantas cosas se acumulan hoy en mi cabeza... Tantas que no se ni por cual empezar. Tal vez comenzar a sonreír de nuevo, porque esto es solamente otra caída mas y debo levantarme o al menos intentarlo. En estos momentos no tengo el apoyo de nadie. Quizá sea un buen momento para aprender a seguir siendo fuerte, para continuar siendo una torre que no se doblegará jamás frente al embate de los tiempos. Sinceramente, hoy creo que es otro día más en los que el de “arriba” me quiere fastidiar y amargar... y termina consiguiéndolo, pero sabe que no me voy a rendir cueste lo que me cueste. Estas lágrimas no son más que el reflejo de la nostalgia de los buenos momentos. Falta gente a mi lado y están lejos... Me falta, los necesito cerca. Quiero adelantar el tiempo y poder sonreír con fuerzas junto a ellos, porque fueron mi motivo para seguir adelante, porque me hicieron sonreír como no lo hacía nadie, porque pusieron banda sonora a mi vida y porque sin ellos no habría encontrado tanta gente que me quiere. Por ellos principalmente y por muchos más sigo en pie...
Alguien cojerá ese marco cuando ya no este por aqui, o tal vez esas manos sean las mias dentro de unos años contemplando todo lo que fuí... El tiempo avanza cuando quiere, cuando más se le necesita mas despacio se acerca, cuando queremos que vaya lento es cuando corre como el viento. Tiempo... el mayor castigo de un deseo, el peor de los amigos de los sentimientos... Mientras tanto solo puedo sentarme en la cama, mirando el abismo de los sueños que pasan por mi cabeza cada anochecer... Ójala pudiera hacer de ellos una realidad y no una ficción que me atormenta el corazón...
Nunca deseé en mi vida tanto como ahora que el tiempo avanzase sin mirar hacia atrás...